Cuentos, libros y algo más ¡¿Qué pasó?!

Experiencias y cuentos


Apocalipsis zombie, ese sería el título que le pondría a mi vida en este momento. Mi apocalipsis se llama como yo, soy yo misma. Pero eso ya se acabó.


¡Hola a todos! En esa ocasión vengo con una entrada un poco más personal, para todas aquellas personas que aún siguen el blog en redes sociales o directo por acá en Blogger. Gracias por quedarse, en serio muchas gracias. No es un cuaderno de excusas, para nada, es un pedacito de lo que me ha estado pasando estos meses y eso se traduce en el destino de este blog. 

Advertencia: el lenguaje de esta entrada es coloquial y tipo diario, si quieres algo lindo y cuchi pendientes con mis siguientes entradas :D. Si quieres los chismes quédate. 


El descenso de Cuentos, libros y algo más fue en etapas e inició hace por lo menos cuatro meses. La primera razón para escribir con una nula constancia en mi blog fue el internet y mi vena periodística me hace hablarles de números. Mi país, Venezuela, está rankeado con una de las velocidades más lentas del continente y probablemente del mundo con 1,5 Mbps de velocidad, es decir, lentísimo y extremadamente inestable. Este año estuve rudo con mi internet, durante largos periodos ni siquiera tuve y me preocupaba sobre todo por las investigaciones que debía de hacer para mi tesis y gracias a la inestabilidad debía movilizarme a la universidad con regularidad.

Sumado a lo anterior ya tenía dos trabajos, uno como periodista y otro en una organización, la carga académica en la universidad, la tesis, los amigos, el blog y más. ¿Saben eso que dicen de que hay que elegir entre dormir, la vida social y la universidad? Pues yo escogí no dormir, dormía muy poco a pesar de que llegaba cansada todos los días. Casi muero en el intento pero lo logré. Conseguí terminar la universidad, entregar la tesis y seguir con mi vida. Sin embargo ya las consecuencias estaban a la vuelta de la esquina, el blog y muchas de mis otras pasiones se vieron afectadas, mi salud mental no estaba bien, entré en un periodo de tristeza persistente, no me sentía bien, no tenía ganas de leer, de escribir, de ver películas, de nada. Mi mente quedó en gris. 

Mi productividad la trasladé a mi trabajo, escribía todo los días (claro sobre cosas reales) y lo disfrutaba, así que fue una especie de desahogo por un tiempo.

Tras terminar mi tesis me pasó una cosa loca: se me daño la computadora. Perdí todo, absolutamente todo, por poco pude rescatar mi tesis. No, no tenía el respaldo total de mis archivos ni mis fotos, solo en Facebook, en pendrive y en Dropbox tenía algunas cosas, lo demás lo perdí entre ellas mi carpeta de cuentos, imágenes, frases y planificación de este blog. Me bloqueé, de verdad se los digo, me bloqueé y me desesperé. No sabía que paso dar, ya no tenía equipo y el precio de las piezas dañadas era impagable. 

Al recuperarme del shock empecé a utilizar una mini laptop, que es la que uso actualmente, para moverme por internet y organizar mi cosas. Esta computadora es LENTA, se traba y no aguanta casi programas. La estoy aprendiendo a querer y desarrollando mi paciencia. 

Intenté armarme de paciencia y seguir publicando en las redes del blog sin constancia y con promesas incumplidas. 

En este momento no tengo trabajo, no tengo universidad, no tengo computadora ni tampoco este blog, de repente dejé de sentir pasión por las cosas y la actitud de los que estaban a mi alrededor dejó mucho que desear. Yo era como el fracaso pues, nada de mis logros tenía ningún simbolismo, perdí amistades y perdí respeto a personas a las que antes admiraba mucho. Me concentré en estos puntos negativos durante semanas, me atormentaba ver lo malo en todo, en pensar que tal vez esas personas estaban en lo correcto. Ya este periodo lo estoy declarando terminado. 

Estos días son de mucha reflexión en las cosas que sí tengo, en acallar esas voces negativas que me persiguen y de luchar con la inseguridad y baja autoestima que tengo como fantasma desde que tengo memoria. 

Ahora me gusta decir que tengo la carrera que siempre soñé estudiar y ejercer, al menos cinco personas que puedo contar como verdaderos amigos en el mundo, una computadora que aunque sea lentísima no me deja morir, una pareja que me apoya y me quiere, sigo teniendo cuentos que leer, muchos proyectos para este año y AHORA SÍ tengo este lindo blog. 

Todos los días me recuerdo que hay personas que quieren hundirme, que quieren mi fracaso para decir ¡te lo dije! ¡Te caíste! Ahora no podrás levantarte y no te ayudaré pero también recuerdo que hay otros que quieren ayudarme y le pido a Dios que me dé fuerzas para luchar conmigo misma y con las energías negativas. 

Ajá y entonces ¿Qué va a pasar con Cuentos, libros y algo más?

Pues ¿qué más? ¡Va a seguir existiendo! Es mi bebé, mi proyecto, un pedacito de mi y abandonarlo estos meses no fue nada fácil. Leí todos los lindos comentarios que escribieron en mi blog durante esa época "depresiva" y nostálgica de no saber qué estaba pasando con el mundo y con mi cabeza. Lamento "dejarlos en visto" a pesar de que me encantaban sus impresiones, críticas, palabras y recomendaciones. 

Gracias a los que siguen aquí y los otros que llegarán. A Mónica García a quién conocí por medio del blog y que siempre comparte cosas interesantes conmigo (sobre todo de "La bella y la bestia" jiji), a las chicas y chicos de los grupos de Blogger. 

¿Y ahora?

Ahora quiero seguir con mi blog, mi vida y mis proyectos. Dejaré de hacer promesas sobre cuándo voy a publicar cual o tal cosa, pero sí voy a tener más constancia con el blog en la medida de mis posibilidades. 

Les dejo con esta frase que es de uno de mis escritores favoritos y con una canción que siempre escucho para subirme el ánimo.


"Sí, soy un soñador, porque un soñador es aquel que sólo encuentra su camino a la luz de la luna y cuyo castigo es ver el alba antes que el resto del mundo".- Oscar Wilde



Gracias por quedarte hasta el final ¡nos leemos! 


Comentarios

  1. Siempre adelante!!! Somos lo que pensamos, así que no digas que no puedes ni en broma. Te envío todo mi cariño y un fortísimo abrazo.

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    1. ¡Claro que sí! ¡Así es! Muchas gracias por las buenas vibras, un abrazote también.

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  2. No sabes cuánto siento que hayas pasado por todo eso, Claudia. En la vida, y esto lo digo por experiencia, los males no vienen solos; aparecen en oleadas que nos pueden hacer sentir que estamos al borde de ahogarnos, sin posibilidad de sacar la cabeza, para coger aire. Pero, no; de repente, si uno está atento, y mira en la dirección correcta, ve aparecer un punto de luz; y luego, otro; y otro más. También, las cosas buenas suelen aparecer por oleadas. Prepárate; estate lista, positiva, para aprovechar la ola, porque seguro que llega. Ya, has presentado tu tesis (cosa muy, muy importante); tienes tu laptop; y los malos momentos te han servido para CONOCER a determinadas personas que te rodeaban, y desechar de tu lado a quienes no te aportan en positivo; y, por si fuera poco, esta crisis te ha ayudado a poner las cosas en perspectiva, valorar lo importante, y hacerte reflexionar sobre ti misma, para conocerte mejor. Las cosas, nunca, pasan por casualidad. Lo difícil -pero, también, ilusionante- es descubrir su razón de ser. Te deseo todo lo mejor para ti -que, a veces, no es lo que deseamos-, y, sobre todo, salud física y armonía espiritual. Un abrazo fortísimo, desde el otro lado del charco (ojalá, viviéramos más cerca, para poder dártelo, en persona). Y recuerda: tú vales mucho. Lo pienso de verdad.

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